domingo, 12 de junio de 2011

La Ciudad de la Furia

Mi ciudad natal, siempre que puedo vuelvo y cada vez me gusta más. Tiene tanto para ver y hacer! Es una ciudad para todos.
Y nada mas especial que volver a recorrerla pero de la mano de Roxi, viendo a través de sus ojos todo lo que siempre me gustó.

Por supuesto que hubo mucha compra, muchas comidas y sobretodo mucha, PERO MUCHA caminata hasta el punto que hubo un día en donde volvimos rengueando!
Hay que admitir que no fue tanto por la caminata (ya que estamos mas que acostumbrados) sino más bien por culpa de una muy mala elección de calzado.
Creyendo que habíamos tenido una idea brillante, se nos ocurrió comprar calzado nuevo, mas que nada pensando en el calor que nos daban las zapatillas (fuimos en pleno verano).
Pero la elección no pudo haber sido peor, y terminamos llegando casi a los arrastrones hasta la casa de mis abuelos luego de 8 LARGUÍSIMAS horas para nuestros pobres pies.


Por supuesto, que recorrer Buenos Aires y sin utilizar la maravillosa red de Subtes, se hace prácticamente imposible. Así que mi consejo para cualquier viajero es que aprendan a usar el Subte, es lo mas sencillo que hay, aparte de barato y confiable. Van a poder ver todos los puntos de interés de la Capital muy fácilmente.


Aquel primer viaje juntos incluyó un montón de lugares, pero en el post de hoy solamente les voy a mostrar una pequeña parte como por ejemplo los bosques de Palermo, siempre verdes y siempre lindos. 

Un lugar ideal para recorrer en donde se conjugan el Zoo, el Jardín Japonés, el Planetario (cosas que vamos a postear mas adelante) y por supuesto los parques en si.

Lástima que como pasa en la mayoría de los parques públicos del mundo, hay pocas ganas de limpiar las lagunas.

 Una buena idea es improvisar un buen pic-nic para reponer fuerzas y luego seguir recorriendo renovados.


El jardín botánico (también en la zona de Palermo nuevo) es el lugar ideal para tomarse un respiro del ruido de la ciudad y de paso descubrir un paisaje impensado en el centro de la misma Capital.
Es imposible no sacarse las zapatillas y disfrutar del suave tacto del césped mientras se respira ese aire húmedo con olorcito a pasto recién regado. Ah! Si necesitan un buen guía dentro del jardín, nada mejor que los gatos lugareños jeje

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